DIA 7/ vuelta a casa

Todo lo bueno se acaba, así que, a preparar la mochila y vuelta a casa. En mi cama/armario no se estaba mal, pero donde esté mi cama que se quite lo demás…
El check-out se tiene que hacer antes de las 11, o sea que, una duchita rápida, acabar de rellenar los huecos de la mochila y camino a la estación de Bakurocho a por el Narita Rapid (espero no equivocarme otra vez, jajajaja) que me llevará al aeropuerto.
Esta vez todo en orden, me ha venido de perlas porque ha sido comprar el billete y en 5 minutos estaba encima del tren.
El trayecto dura 1 hora y media aproximadamente, así que me ha dado tiempo de sobra para observar las costumbres japonesas en los trenes, ya lo había visto en el metro, pero no en trayectos largos, resumiendo, los japoneses se pegan unas “torrás” que flipas, apoyándose en el del lado y todo, da igual que tengan sus móviles 3G personalizados con los auriculares a toda pastilla, ellos se duermen igualmente, espectacular…
El tren hace el mismo recorrido que el Narita Express, pero haciendo parada en todas las estaciones.
Al fin llegamos al aeropuerto, y me dirijo a facturar la mochila, no sé, pero me da que las ventanillas de Lufthansa son las que más lejos están, menuda caminata…
Cuando iba hacia la puerta de embarque, dos policías me paran para preguntarme si necesitaba ayuda, otra vez más, jajajaja, también me piden el pasaporte, y con su inglés básico me hacen unas cuantas preguntas.
Paso el control sin problemas, y hago las últimas compras apurando los yenes, que aún me quedaban unos cuantos, no me ha llegado para entrar a Hermés o a Montblanc, pero bueno, me conformo…
Ya en el avión a mi lado se ha sentado esta vez una japonesa, con su máscara correspondiente y ni un ruido en todo el trayecto, dormida desde el principio.
El viaje de 12 horas se me ha pasado volando, nunca mejor dicho, eso de retroceder en el tiempo parece que de la sensación de que vuelas menos horas.
Llegamos a Munich y sorpresa, está todo nevado y están cayendo unos copos, aunque poca cosa.
Bajamos del avión y a pasar el control de aduanas alemán, ese que tanto gusta a mi pasaporte, esta vez ningún problema, a por el último avión del viaje, y con ganas de llegar a casa…
Resumiendo el viaje:
Recurriendo a frases célebres de nuestro entorno, another world, nos llevan años de ventaja, y ya estoy esperando a volver de nuevo, que aún me quedan muchas cosas por ver… si alguien se apunta que me lo diga!!!
Saionaraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
P.D. Hoy no hay fotos porque todo el mundo sabe cómo es un avión…

1 comentario:

  1. Sergio, feliz regreso, pienso que en caso de no encontar el trabajo que se te adapte, podrías hacer de guía turistico, ya que segun tengo entendido te espera este finde otro viajecito, aunque este sea nacional...
    Un besito, y me ha gustado mucho seguir tu viaje, gracias por dejarlo abierto para todos...
    Ana Serna

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